Los zancos con los que camino
comienzan a quebrarse.
El desequilibrio se vuelve una rutina,
el viento está soplando con furor y frío.
Tu amor se vuelve un pilar.
Un respiro en medio del huracán.
Me aferro con fuerza,
mas son destruidas y llevadas al vacío.
Qué fácil es amar, cuando la estabilidad te abraza,
cuando el sol alimenta tus venas,
y la realidad no desgarra.
La admiración se vuelve un abrazo,
los sueños en metas,
las noches en estrellas.
Escucho un canto sereno a lo lejos,
un susurro en el viento,
un olor a tranquilidad.
Aunque no haya pared o piso donde aferrarme,
hay sueño, visión e ilusión.
Hay deseo, fuerza, y sangre.
Poco a poco se construyen los peldaños,
nuevas bases sobre mis pies aparecen.
Viento cálido sopla mi rostro.
El amor nuevamente ha renacido.
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