Con cada respiración, siento tus latidos,
Con cada imagen, siento tu dolor,
Me nutres, me alimentas,
Y el hombre, pobre
¡pobre! No entiende,
Que el mismo causa su perdición.
Humo, fuego, ceniza, basura, pobreza
Te cubren, se expande, te enfermas.
Madre querida, cuánto haz soportado,
Tus animales se siguen extinguiendo,
Tus plantas son cada vez más escasas,
La selva sangra,
El mar es teñido de rojo,
Y sigues fortaleciendo..
Aguantando,
Sigues nutriéndonos.
Y aún así el hombre,
Ignorante de su perdición,
No ve tus lágrimas,
Las colillas de cigarrillo,
Aparecen a cada metro de distancia,
La basura aumenta,
La comida se desperdicia,
Y la hambruna abunda.
Madre querida, necesitamos una red más fuerte,
Que te siga protegiendo,
Que te cuide y te ame.
Con cada respiro nos alimentas,
Y con cada desperdicio,
Nos seguimos extinguiendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario